El marco de referencia legal del proyecto deberá evaluarse y definirse con
antelación al proceso evaluador. En muchas ocasiones no será necesario evaluar
un proyecto, si la iniciativa que se desea desarrollar resulta irrevocable, atendidas
las características específicas del marco normativo legad determinado aplicable.
Por otra parte, el proceso de preparación y evaluación de proyectos deberá medir
eficazmente los desembolsos que éste generará.
El dimensionamiento económico
debe incorporar los factores legales que lleva involucrado el proyecto evaluado, y
por consiguiente incluir en los flujos correspondientes los costos inherentes a la
alternativa legal más conveniente para el desarrollo del proyecto.
De esta forma
se podrá garantizar la máxima exactitud que el evaluador debe exigir al preparar
los antecedentes necesarios para la evaluación.
Entre las formas legales mas representativas de la organización empresarial
en países de economía privada o mixta, se pueden distinguir las de empresario
individual, sociedad de personas de responsabilidad limitada, sociedad anónima o
corporación y la organización cooperativa o comunitaria.
En la primera de ellas
actúa una persona natural; las restantes se conocen legalmente en todo el mundo;
desde el derecho romano, con la denominación de personas jurídicas, morales o
abstractas.
Todas ellas adoptan distintas formas y características y están regidas por
normas legales, tributarias, de fiscalización, administrativas, etcétera, que de hecho
son distintas unas de otras.
También pueden ser diferentes dependiendo de la
normativa legal existente en cada país.
Frente a las alternativas posibles de organización empresarial, el evaluador
debe efectuar un análisis prolyo y cuidadoso de ellas, a fin de poder determinar
cualitativa y, más importante aún, cuantitativamente, las ventajas e inconvenientes
que implica una determinada forma de organización empresarial con respecto a
otra.
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