Para cuantificar estas inversiones es posible utilizar estimaciones aproximadas
de costo (por ejemplo, el costo del metro cuadrado de construcción), si el estudio
se hace en nivel de prefactibilidad. Sin embargo, en nivel de factibilidad la informa-
ción debe perfeccionarse mediante estudios complementarios de ingeniería que
permitan una apreciación exacta de las necesidades de recursos financieros en
las inversiones del proyecto.
Por ejemplo, cuando se estudió el proyecto de creación de un puerto seco en
Santiago1, el estudio de factibilidad debió considerar incluso las dimensiones de
cada una de las vías de acceso y estacionamiento, puesto que su espesor, y por
lo tanto sus costos, variaba dependiendo de si era zona de estacionamiento o
acceso, e incluso si estaba reservada a camiones pesados o livianos, vehículos
particulares o peatones.
La ordenación de la información relativa a inversiones en obra física se hace
en un cuadro que se denomina "balance de obras físicas" y que contiene la infor-
mación que muestra el Cuadro 8.1.
La columna de valor residual indicará el valor
que tendría cada uno de los ítems considerados en el balance al término, no de
la vida útil de cada ítem, sino al término del período de evaluación.2
El balance de obras físicas debe contener todos los ítems que determinan una
inversión en el proyecto. No es necesario un detalle máximo, puesto que se busca
más que nada agrupar en función de ítems de costo. Así, por ejemplo, en la primera
columna deberá ir cada una de las construcciones requeridas (plantas, bodegas,
etcétera), los terrenos, vías de acceso, instalaciones (sanitarias, redes de agua
potable, eléctricas, etcétera), cierres y otras que dependerán de cada proyecto en
particular. Es necesario identificar cada una de las unidades de medida, para
calcular el costo total del ítem. Por ejemplo, metros cuadrados, metros lineales,
unidades, etcétera.