Al colocar un desembolso de $ 10 000 en el último período y un ingreso por
igual monto en ese mismo período, ambos efectos se anulan, sin influir en la
composición del flujo final. De igual forma, cuando se opte por no incluir el
desembolso ocasionado por la reinversión de un determinado activo, tampoco
deberá considerarse un ingreso por su venta, ya que el activo no fue comprado y,
por lo tanto, no puede tener valor en libros.
El método del valor de liquidación de los activos es más realista que el anterior
y, por lo mismo, más complejo. Consiste en determinar para cada activo individual-
mente su valor de mercado al momento de la liquidación. Para ello se determina,
en un estudio particular de mercado, en cuánto se desvaloriza un activo en un
número de años. Por ejemplo, si el proyecto se evalúa para un período de 10 años
y hay un activo que tiene una vida útil de 4 años, ello significa que la última vez
que éste se reponga será en el momento 8. Es decir, al término del período de
evaluación el activo tendrá todavía una vida útil de un 50% (2 años), lo cual no
implicará que su valor de mercado se haya reducido necesariamente en un 50%.
Para determinar el valor de mercado se procederá a definir en cuánto se desvaloriza
el precio de un activo similar después de 2 años de uso.
Este método permite, por ejemplo, incorporar la posible plusvalía que podrá
tener el terreno o alguno de los otros activos, así como incorporar alguna conside-
ración de obsolescencia técnica de alguno de ellos.
A diferencia del método anterior, éste supone que el capital de trabajo puede
recuperarse a valores diferentes de los de su inversión si se pudiera determinar
un castigo por incobrables en las cuentas por cobrar o por la pérdida que tendría
que asumirse para liquidar los inventarios.
Por otra parte, hace necesario considerar los efectos sobre la tributación, ya
que los valores de mercado superiores a los valores en libros implicarán una
utilidad contable y, si son inferiores, una pérdida. En el primer caso tendrá un
efecto de incremento sobre los impuestos por pagar, mientras que en el segundo
raso la pérdida permitirá reducir utilidades contables, si las hubiera, traduciéndose
en un beneficio, al reducir la carga impositiva. Es decir:
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