Puesto que el desembolso se origina al adquirirse el activo, los cargos por
depreciación no implican un gasto en efectivo, sino uno contable para compensar,
mediante una reducción en el pago de impuestos, las ganancias reportadas por el
proyecto. Mientras mayor sea el gasto por depreciación, el ingreso gravable dismi-
nuye y, por lo tanto, también el impuesto pagadero por las utilidades del negocio.
Los métodos de depreciación más comunes1 son los de línea recta, suma de
los dígitos, doble tasa sobre saldo decreciente y unidades de producción. Cual-
quiera sea el método que debe aplicarse en un caso dado, se hará sobre el valor
por depreciar, que resulta de
donde Vd representa el valor por depreciar, Va el valor de adquisición y Vr el valor
residual. Así, si una maquinaria se adquirió en $ 1 100 y tiene un valor residual al
término de 5 años de vida útil de $100 (valor de venta), ello significa que en los 5
años perdí>rá $ 1 000 de valor. En consecuencia, la depreciación total será de $ 1 000.
El método de línea recta supone que la depreciación se efectúa en partidas
anuales iguales. Es decir:
donde D representa la depreciación del período y N el número de años de vida
útil. En el ejemplo:
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