Algunos proyectos, durante su ejecución e inclusive durante la etapa de implementación, pueden constituirse en inversiones desventajosas, aun cuando sean rentables, si existiera una alternativa de operación que fuese más rentable.
Las condiciones de mercado, la estructura de costos internos, los avances tecnológicos, los
(lujos de caja y otras variables pueden diferir de las consideradas en el momento
de decidir su implementación.
Muchos administradores, al tener un proyecto rentable, se guían por criterios
conservadores, desaprovechando posibilidades de incrementar su rentabilidad con
decisiones agresivas, como por ejemplo, abandonar una línea importante de productos, subcontratar la producción o arrendar servicios realizados internamente.
El objeto de este capítulo es presentar un modelo de decisión para la asignación
óptima de recursos mediante el control permanente de los proyectos.
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