El análisis que se realice al controlar proyectos en marcha diferirá en función
del carácter de la inversión adicional. En primer lugar, están aquellas inversiones
que plantean problemas de reemplazo, de expansión o ajuste, donde los criterios
de decisión son simples. Si el problema es de reemplazo, se comparará el costo
de la nueva inversión menos el valor de venta de los activos por reemplazar con
el ahorro en los costos, o aumentos en los ingresos, que se generarían al implementar la sustitución. En el caso de expansión o ajustes, se utilizará el análisis marginal,
comparando la inversión agregada requerida con los ingresos adicionales que resultarían de su implementación.
En segundo lugar, se encuentran aquellas alternativas de operación que no
significan desembolsos para su implementación, debido a que parte de los insumos
que actualmente se fabrican se pueden adquirir o parte de la producción se puede
subcontratar externamente, si con ello se aumenta la rentabilidad total de la em
presa. En este caso, el problema es similar a las llamadas decisiones de abandono.
La diferencia radica en que muchas veces no es posible prescindir de los bienes
o servicios que produce la inversión. En ciertas ocasiones, las inversiones cuestionadas forman parte de un proceso que no se puede abandonar; en otras, son
servicios de apoyo imprescindibles para la producción. Están aquéllas que se
relacionan directamente con los bienes finales y aquéllas que forman la infraestructura del proceso productivo mismo o las que colaboran indirectamente dando
servicios de apoyo a la producción, como transporte interno, mantenimiento, distribución final de los productos y otros.
Al analizar situaciones de este tipo se plantean algunas alternativas concretas
de operación que deben evaluarse. Las principales son, entre otras, las siguientes:
a) Concretar servicios de mantenimiento, transporte, distribución y otros, de
apoyo a la producción, eliminando la inversión actual.
b) Eliminar actuales procesos productivos y comprar la producción de partes
o productos semielaborados a proveedores externos.
c) Eliminar servicios o plantas que provean insumos a la producción, como
electricidad, vapor, productos quimicos y otros, y comprar o subcontratar la pro-
ducción necesaria.
En el análisis de estos factores se centrará la exposición del resto de este
capítulo, intentando presentar la aplicabilidad del modelo de decisión que se pro-
pone y que se desarrolla como un proceso metodológico de cuatro etapas que
presuponen la detección del problema a través de fuentes internas de información,
el análisis de la situación interna de la empresa, el análisis de la situación de
alternativa y la evaluación financiera para la decisión definitiva en términos de un
análisis previo de los costos relevantes proyectados y evaluados en función del
tiempo.
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