Consiste en la determinación de los beneficios netos que se obtendrán por aumento de la productividad de la tierra, debido al proyecto. En otras palabras, consiste en determinar el diferencial de beneficios y costos agrícolas que se producen en la situación sin y con proyecto.
Puede aplicarse tanto para una evaluación privada como para una social, corrigiéndose, para este último caso, las distorsiones que existan en los mercados, aplicando los precios sociales.
Los beneficios agrícolas se estiman sobre la base de proyecciones de precios y producciones por hectárea. Las producciones por hectárea para cada cultivo, pueden hacerse basadas en la información de los últimos años, lo más desagregada posible. Estos datos son, en general, promedios zonales y, por tanto, subestiman los aumentos de producción debido a la incorporación de nuevas tecnologías.
Para la situación con proyecto se debe realizar la proyección de los patrones de cultivo, de rendimientos y producciones por hectárea, que permitirá la materialización del proyecto.
Dado que lo que se desea es estimar el beneficio neto anual, se deben tener en cuenta todos los costos requeridos para obtener la producción agrícola (por ejemplo, fertilizantes, salarios, etc.), y restarlos de los ingresos brutos. De este modo, se obtiene el beneficio neto atribuible a la disponibilidad de agua.
En el costo deben incluirse todos los elementos necesarios para llevar adelante la producción; incluso debe computarse el retorno para el empresario, el que debe ser calculado sobre la base de lo que podría ganar en la mejor alternativa que tenga.
Para utilizar este método de evaluación los beneficios y costos deben ser proyectados en forma anual y, con el uso de la tasa de descuento, se obtiene el valor presente del beneficio neto. La dificultad reside en seleccionar valores apropiados para la proyección.
Es claro que los flujos considerados en la evaluación son dependientes de variables aleatorias (caudales disponibles, precipitaciones, etc.), por lo cual cualquier valor que se utilice en el proyecto será valido sólo para la serie estadística usada, y como ésta no tiene por que repetirse de igual forma en el futuro, se puede estar sobre o subestimando los verdaderos beneficios netos del proyecto en análisis.
Puede aplicarse tanto para una evaluación privada como para una social, corrigiéndose, para este último caso, las distorsiones que existan en los mercados, aplicando los precios sociales.
Los beneficios agrícolas se estiman sobre la base de proyecciones de precios y producciones por hectárea. Las producciones por hectárea para cada cultivo, pueden hacerse basadas en la información de los últimos años, lo más desagregada posible. Estos datos son, en general, promedios zonales y, por tanto, subestiman los aumentos de producción debido a la incorporación de nuevas tecnologías.
Para la situación con proyecto se debe realizar la proyección de los patrones de cultivo, de rendimientos y producciones por hectárea, que permitirá la materialización del proyecto.
Dado que lo que se desea es estimar el beneficio neto anual, se deben tener en cuenta todos los costos requeridos para obtener la producción agrícola (por ejemplo, fertilizantes, salarios, etc.), y restarlos de los ingresos brutos. De este modo, se obtiene el beneficio neto atribuible a la disponibilidad de agua.
En el costo deben incluirse todos los elementos necesarios para llevar adelante la producción; incluso debe computarse el retorno para el empresario, el que debe ser calculado sobre la base de lo que podría ganar en la mejor alternativa que tenga.
Para utilizar este método de evaluación los beneficios y costos deben ser proyectados en forma anual y, con el uso de la tasa de descuento, se obtiene el valor presente del beneficio neto. La dificultad reside en seleccionar valores apropiados para la proyección.
Es claro que los flujos considerados en la evaluación son dependientes de variables aleatorias (caudales disponibles, precipitaciones, etc.), por lo cual cualquier valor que se utilice en el proyecto será valido sólo para la serie estadística usada, y como ésta no tiene por que repetirse de igual forma en el futuro, se puede estar sobre o subestimando los verdaderos beneficios netos del proyecto en análisis.
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