La mayoría de los proyectos consideran un ítem especial de imprevistos para
afrontar aquellas inversiones no consideradas en ios estudios y para contrarrestar posibles contingencias. Su magnitud suele calcularse como un porcentaje del total
de inversiones.
El costo del estudio del proyecto, contrariamente a como lo plantean algunos
textos, no debe considerarse dentro de las inversiones, por cuanto es un costo
inevitable que se debe pagar independientemente del resultado de la evaluación,
y por lo tanto irrelevante. Por regla general, sólo se deben incluir como inversiones
aquellos costos en que se deberá incurrir sólo si se decide llevar a cabo el
proyecto. Sin embargo, sí deberá incluirse el efecto tributario de su amortización
contable cuando corresponda.
Además de la reunión y sistematización de todos los antecedentes atinentes
a las inversiones iniciales en activos fijos y nominales del proyecto, se debe elaborar
un calendario de inversiones previas a la operación, que identifique los montos
para invertir en cada período anterior a la puesta en marcha del proyecto.
Como no todas las inversiones se desembolsarán conjuntamente con el período
cero (fecha de inicio de la operación del proyecto), es conveniente identificar el
momento en que cada una debe efectuarse, ya que los recursos invertidos en la
etapa de construcción y montaye tienen un costo de oportunidad, ya sea financiero,
si los recursos se obtuvieron en préstamos, ya sea de opción, si los recursos son
propios y obligan a abandonar otra alternativa de inversión (Véase el Cuadro 14.1).
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