El interés se calcula de dos maneras principales:
a. Interés simple: el interés ganado por un capital en un período determinado se retira del mismo, de modo que en el siguiente período queda sujeto a interés sólo el capital original.
b. Interés compuesto: el interés ganado por un capital en un período determinado se incorpora al mismo, de modo que en el siguiente período queda sujeto a interés el capital original más los intereses ganados en el período anterior.
Como se advierte en el ejemplo, los dos sistemas de cálculo del interés dan por resultado unadiferente rentabilidad final–todo lo demás constante–. La rentabilidad es mayor en el caso del interés compuesto, por la simple razón de que los intereses de cada período generan a su vez un interés en el período siguiente. Notemos que para un horizonte de inversión de tres períodos la opción de invertir a interés simple nos da una ganancia total de $180, lo que equivale a una rentabilidad total del 18%, o 6% periódico promedio, mientras que la opción de invertir a interés compuesto nos renta $191, lo que representa una rentabilidad total del 19.1%, o 6.37% promedio por período. Esto, a la misma tasa periódica de contrato. Apreciamos aquí que, en el caso del interés compuesto, la tasa de contrato difiere (o puede diferir) de la tasa de interés realmente obtenida. Volveremos sobre esto.
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