Los conceptos de valor actual y de valor futuro permiten establecer equivalencias entre recibir (hacer) un pago hoy o en el futuro. Es decir, las partes de una transacción, si concuerdan en una tasa y en un plazo, pueden calcular sin problemas a cuántos dinero de hoy equivale una cierta cantidad de dinero futuro, y viceversa. En la práctica, eso es posible debido a la existencia de un mercado de capitales.
El mercado de capitales es simplemente un mercado donde la gente intercambia dinero de hoy por dinero futuro, y viceversa. Para ello cuenta con una cierta cantidad de instrumentos que varían según del desarrollo del mercado.
A nuestros efectos, el rasgo más destacable es que la existencia de una regla de cambio entre dinero presente y futuro nos permitirá establecer una regla de decisión para elegir inversiones, sean financieras o productivas. En efecto, la existencia del mercado de capitales permite que cada tenedor de capital pueda elegir la pauta de consumo o inversión que prefiera, en función de su stock de capital actual, de sus flujos futuros, de la tasa de interés y de sus preferencias. Así, un inversor que tiene un cierto capital y espera recibir un cierto flujo futuro, puede tomar varios cursos de acción: ahorrar todos sus fondos y consumir “mañana”, o gastar todo hoy, a cuenta de lo que va a recibir, o cualquier opción intermedia, incluso invertir en proyectos “reales”.23
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