Para cada proyecto
es posible definir una estructura organizativa que más se adecúea los requerimientos de su posterior operación. Conocer esta estructura es fundamental para definir las necesidades de personal calificado para la
gestión y, por lo tanto, estimar con mayor precisión los costos indirectos de la mano
de obra ejecutiva.
Al igual que en los
estudios anteriores, es preciso simular el proyecto en operación. Para ello deberán definirse con el detalle que sea necesario los
procedimientos administrativos que podrían implementarse junto con el proyecto. Pueden existir diferencias sustanciales entre los costos de llevar registros
normales versos computacionales, y mientras en unos proyectos convenga la primera modalidad, en otros puede ser más adecuada la segunda.
La decisión de
desarrollar internamente actividades que pudieran subcontratarse influye directamente en los costos por la mayor cantidad de personal que pudiera necesitarse, la mayor inversión en oficinas y equipamiento, el mayor
costo en materiales y otros insumos, etcétera. Como puede apreciarse, una decisión
que pareciera también ser secundaria lleva asociados una serie de inversiones y
costos que ningún estudio de proyectos podría obviar.
Bastaría un
análisis muy simple para dejar de manifiesto la influencia de los procedimientos administrativos sobre la cuantía de las inversiones y costos del proyecto. Los sistemas y procedimientos contable-financieros, de información,
de planificación y presupuesto, de personal, adquisiciones, crédito, cobranzas y
muchos más, van asociados a costos específicos de operación
Los sistemas y
procedimientos que definen a cada proyecto en particulai determinan también la inversión en estructura física. La simulación de su
funcionamiento permitirá definir las necesidades de espacio físico para oficinas,
pasillos estacionamiento, jardines, vías de acceso, etcétera.
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