Impuestos y subsidios: La mayoría de los impuestos son “discriminatorios” o “distorsionantes”, en el sentido de que afectan el precio de mercado no para corregir una distorsión sino con fines recaudatorios, afectando la conducta de los individuos.53 Como consecuencia del impuesto, los precios de mercado ya no reflejan la valoración social de los bienes y recursos, sino un precio “mentiroso”.
Fallas de información: Como en el caso anterior, las fallas en la transmisión de información, o la falta de la misma, genera imperfecciones en el mercado que lleva a una provisión socialmente inadecuada de los bienes. Los participantes no producen o consumen todo lo socialmente deseable.
La falta de información genera consumos en exceso o defecto de lo socialmente óptimo. El cigarrillo puede ser nuevamente un ejemplo: cuanta menos gente conozca la influencia del tabaco en la generación de enfermedades, más gente fumará “inocentemente”.
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