Si un proyecto de inversión privada (lucrativo) se diera a evaluar a dos grupos maltidisciplinarios distintos, es seguro que sus resultados no serían iguales. Esto se debe
a que conforme avanza el estudio, las alternativas de selección son múltiples en el tamaño, la localización, el tipo de tecnología que se emplee, la organización, etcétera
Por otro lado, considere un proyecto de inversión gubernamental ( no lucrativo)
evaluado por los mismos grupos ele especialistas.
También se puede asegurar que
sus resultados serán distintos, debido principalmente al enfoque que adopten en
su evaluación, pudiendo considerarse incluso que el proyecto en cuestión no es
prioritario o necesario como pueden serlo otros.
En el análisis y la evaluación de ambos proyectos se emitirán datos, opiniones,
juicios de valor, prioridades, etc . que harán diferir la decisión final.
Desde luego,
ambos grupos argumentarán que dado que los recursos son escasos desde sus
particulares puntos de vista la propuesta que formulan proporcionara los mayores
beneficios comunitarios y ventajas
Esto debe llevar necesariamente a quien tome la decisión final, a contar con un
patrón o modelo de comparación general que le permita discernir cuál de los dos
grupos se apega más a lo razonable» lo establecido o lo lógico. Tal vez si más de
dos grupos evaluaran los proyectos mencionados surgiría la misma discrepancia.
Si el caso mencionado llegara i suceder, en defensa de los diferentes grupos de
evaluación, se puede decir que existen diferentes criterios de evaluación, sobre todo
en el aspecto social, con respecto al cual los gobernantes en turno fijan sus políticas
y prioridades, a las cuales es difícil oponer algún criterio o alguna metodología.
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