El estudio de la viabilidad financiera de un proyecto determina, en último término, su aprobación
o echazo. Este mide la rentabilidad que retorna la inversión, todo medido con bases
monetarias.
El estudio de viabilidad vial se refiere a aquellos proyectos que generan impacto en el flujo vehicular con su implementación, como pudiera ser por ejemplo un mall o una clínica, en cuyo caso deberá determinarse si existe alguna restricción en este ámbito que impida su implementación.
La viabilidad ética apunta más bien a aspectos de carácter valórico, pues un determinado proyecto pudiera generar daño a la salud de las personas aun cuando exista viabilidad legal, en cuyo caso pudiera surgir una incompatibilidad moral y valórica de carácter personal que lleve al rechazo de la iniciativa.
Por último, la viabilidad social apunta a determinar si el proyecto genera un impacto social que impida su ejecución. Lo anterior no requiere de una evaluación social para determinarlo, sino identificar las externalidades positivas y negativas que el proyecto genera en la sociedad y en función de ello establecer su viabilidad social.
Un estudio de viabilidad que en los últimos años ha ganado cada vez más importancia se refiere al del impacto ambiental que genera el proyecto. En la evaluación de un proyecto, concebida esta como una herramienta que provee información, pueden y deben incluirse consideraciones de carácter ambiental, no solo por la conciencia creciente que la comunidad ha adquirido en torno a la calidad de vida presente y futura, sino por los efectos económicos que dichas consideraciones introducen en un proyecto.
Estos efectos se derivan de la necesidad de cumplir con las normas impuestas en materia de regulación ambiental para prevenir futuros impactos negativos derivados de una eventual compensación del daño causado por una inversión. El cumplimiento de estas normas puede influir tanto en los costos operacionales como en las inversiones que deberán realizarse.
La profundidad con la que se analice cada uno de los anteriores factores dependerá, como se señaló, de las características de cada proyecto. Obviamente, la mayoría de ellos requerirá más estudios económicos o técnicos; sin embargo, ninguno de los factores restantes debe obviarse en el estudio de factibilidad de un proyecto.
Este libro se ocupa fundamentalmente del estudio de la viabilidad financiera . Aunque no se analizan las viabilidades comercial, técnica, legal, de impacto ambiental y organizacional, se tratan sus respectivos estudios con el objetivo de definir, con la mayor exactitud posible, sus consecuencias económicas.
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