Si existen normas concretas que restrinjan la formulación del proyecto, por ejemplo, el impedimento de construir un edificio para arriendo de estacionamientos por el impacto vial que ocasiona sobre la calle, el evaluador deberá investigar la existencia de otras opciones. Si la demanda hace recomendable, desde el punto de vista de la rentabilidad privada, la construcción de 800 estacionamientos y existe una restricción establecida al tamaño por el impacto vial negativo que este proyecto ocasionará, deberá estudiarse la conveniencia de un tamaño inferior, con salidas a distintas calles, pero que cumpla con la norma, o el traslado de la ubicación a otro lugar.
Entre otros efectos ambientales directos, la evaluación privada deberá incluir los siguientes costos: para cumplir con las normas de control de las emanaciones de gases o contaminación de aguas; para eliminar, reciclar o biodegradar residuos sólidos que no puedan ser depositados en lugares bajo control y autorizados para tales fines; para acceder a materias primas que cumplan con las normas ambientales en cuanto a los residuos de embalaje o transporte; para cumplir con las normas ambientales vinculadas con la comercialización del producto elaborado por el proyecto, como las restricciones de algunos países a la importación de productos en embalajes no reciclables, no reutilizables o no biodegradables, etcétera.
Con un adecuado EIA se confeccionará un documento que describa pormenorizadamente las características de un proyecto o actividad que pretenda llevarse a cabo, o su modificación.
Dicho documento debe proporcionar antecedentes fundados para la predicción, identificación e interpretación de su impacto ambiental , y describir la o las acciones que se ejecutarán para impedir o minimizar sus efectos significativamente adversos.
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