En este texto, la evaluación de proyectos se entenderá como un instrumento que provee información a quien debe tomar decisiones de inversión. Es obvio que para ello el inversionista tendrá que considerar una serie de variables, de tipo político, estratégico o ético, entre otras.Uno de los primeros problemas que se observan al evaluar un proyecto es la gran diversidad de tipos que pueden encontrarse, dependiendo tanto del objetivo del estudio como de la finalidad de la inversión.
Según el objetivo o la finalidad del estudio , es decir, de acuerdo con lo que se espera medir con la evaluación, es posible identificar tres tipos de proyectos que obligan a conocer tres formas de obtener los flujos de caja para lograr el resultado deseado. Estos son:
a) Estudios para medir la rentabilidad del proyecto , es decir, del total de la inversión, independientemente
de dónde provengan los fondos.
b) Estudios para medir la rentabilidad de los recursos propios invertidos en el proyecto o
rentabilidad del inversionista .
c) Estudios para medir la capacidad del propio proyecto , a fin de enfrentar los compromisos
de pago asumidos en un eventual endeudamiento para su realización.
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