Una clasificación más profunda permitiría identificar varias opciones para un mismo proyecto.
Por ejemplo, proyectos que enfrentan una ampliación mediante el reemplazo de equipos de menor capacidad por otros de mayor capacidad, o con una inversión complementaria que se adiciona a los activos actuales. Con ambas alternativas se soluciona el mismo problema de crecimiento, pero con fuertes y distintas implicancias sobre el trabajo del evaluador. De la misma manera, cada uno de los casos anteriores también puede clasificarse en función de su fuente de financiamiento: con leasing,2 con endeudamiento con el sistema financiero o con proveedores con recursos propios, o con una combinación de estas fuentes.
Un proyecto que involucra la ampliación de la capacidad de producción obliga necesariamente a considerar su impacto sobre las estructuras de costos y beneficios vigentes de la empresa.
Los proyectos se clasifican según la finalidad del estudio y según el objeto de la inversión (ver figura 1.2).
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