Así, al calcular los flujos futuros deberemos estimar básicamente cuál es el período de ventaja competitiva del proyecto, para poder establecer cuál será el horizonte explícito. Para esa estimación deberemos considerar los siguientes factores:
a. Economías de escala: Si el sector tiene economías de escala, es decir, es más rentable producir a gran escala, eso es una barrera a la entrada de nuevos competidores, lo cual alarga el PVC.
b. Existencia de recursos “diferenciales”: Si el proyecto tiene recursos con características diferenciales a los de la competencia actual y potencial, también se genera una barrera de entrada, aumentando el PVC. Algunos de esos recursos pueden ser:
• Capacidad del management
• Capacidad de la fuerza de ventas
• Características de la infraestructura y de la localización
c. Tasa de cambio del sector: Un sector con una tasa de cambio tecnológico alta es mucho más competitivo que otro donde el cambio es lento; en consecuencia, en el primero el PVC es también corto, ya que es difícil para cada actor mantenerse en la punta del cambio. Además, la definición del negocio tiende a cambiar también con rapidez.
d. Barreras de entrada: Aparte de las mencionadas, pueden existir otras barreras de entrada que, reduciendo la competencia, aumenten el PVC para las empresas ya instaladas. Por ejemplo, regulaciones, patentes que defienden inventos, marcas muy establecidas, tecnología difícil de reproducir, etc.
Los conceptos y “trucos” a tener en cuenta para armar el flujo de fondos durante el horizonte explícito se detallan más adelante.
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