El momento óptimo de ejecutar el proyecto se determina a través del valor actual neto como indicador de rentabilidad. Se debe comparar la alternativa de ejecutar el proyecto en el instante del tiempo presupuestado originalmente, y su postergación en un período más. Si el valor actual neto de postergar el proyecto es mayor que el de hacerlo en el período antes señalado, el proyecto debe postergarse. La situación contraria indicaría que el proyecto debe ejecutarse a la brevedad posible.
Si el VAN indica que es conveniente postergar, se debe seguir analizando postergaciones sucesivas, hasta encontrar el año en que el valor actual de los beneficios netos de postergar la ejecución de proyecto sea menor que el de no postergarlo, lo que indicaría que se ha determinado el año óptimo de iniciar el proyecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario