martes, febrero 24

Evaluación privada de proyectos - I

Introducción 
La evaluación privada de proyectos es una especialidad interdisciplinaria que utiliza conceptos de la economía y de las finanzas. Está orientada a determinar la conveniencia de emprender una inversión, de cualquier tipo que sea, desde el punto de vista del inversor o accionista. 
La metodología habitual para realizar esta evaluación es el análisis costo-beneficio. Este consiste en comparar, mediante determinadas técnicas, los costos e inversiones que demandará el proyecto con los beneficios que generará.Este análisis es ex ante, es decir, se realiza antes de emprender la inversión, justamente con el objetivo de determinar si conviene realizarla. 
La evaluación privada es así una técnica prospectiva: implica un intento de controlar el futuro. Como es de suponer, sus conclusiones son conjeturales, es decir, sujetas a la ocurrencia de determinados supuestos. Pero esto no significa que sean arbitrarias; por el contrario, el esfuerzo se hace para tener una conjetura fundada (“educated guess”), que pueda acotar las visiones excesivamente subjetivas del futuro. Es sabido que al apreciar los efectos de una futura inversión, el emprendedor tiende a ser optimista, sobrevaluando los beneficios y minimizando los costos. 
Las técnicas de la evaluación privada tratan de contrarrestar esta tendencia; el analista actúa como un “abogado del diablo”, tratando de detectar los aspectos críticos y riesgosos del proyecto. Adicionalmente, la evaluación ex ante debe ubicarse dentro del ciclo del proyecto. Una buena evaluación ex ante no garantiza que el proyecto sea exitoso; esto es mérito de la implementación del mismo. Sí ayuda a no emprender proyectos malos, y a identificar todos los detalles críticos–positivos y negativos–que luego servirán para una correcta implementación. En ese sentido, es básica para obtener un proyecto exitoso. 
Pero debemos reconocer que, si nos colocamos a nivel de los involucrados, hay una brecha cualitativa entre el análisis ex ante y la decisión de invertir: en algún momento el inversor debe dejar de analizar–aunque el analista nunca esté satisfecho de la precisión de sus prospecciones–y decidir si hacer o no la inversión, y, en caso afirmativo, empeñar los recursos. Hay en esto un leap of faith que tiene más que ver con la voluntad emprendedora que con el espíritu analítico.
La evaluación privada utilizando el análisis costo-beneficio se basa en un concepto central de la teoría de finanzas y de economía: el valor de un activo cualquiera equivale a la suma de los flujos que genere en el futuro, calculada en el momento del estudio.

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